Mis historias favoritas de clientes de XNSPY han sido siempre las de los padres que me escriben sobre lo poderosos que se sienten gracias a la vigilancia digital. Hay madres que se sentían desconectadas de sus hijos y que se empiezan a dar cuenta de que se tienen que poner al día con el resto del mundo. Esta es la historia de una usuaria que comparte su historia en sus propias palabras…
Si usted nunca ha tenido que cuidar de chicos adolescentes en su vida, entonces seguramente no entenderá la necesidad de hacer un seguimiento de los mensajes de texto. Hay tantas situaciones en las que resulta conveniente que se va a acabar preguntando por qué no pensó en ello desde el principio. La verdad es que, como padres, a veces vamos muy atrasados con los tiempos. La tecnología cambia continuamente y está evolucionando a toda velocidad. Para muchos de nosotros, que vivimos en una época donde no había gran cosa en cuestión de tecnología, las cosas se pueden poner bastante confusas. Como ejemplo, les diré que yo no me compré mi primer smartphone hasta 2014, mucho después de que mis hijos ya hubieran utilizado unos cuantos Android e iPhones en sus vidas. Antes de eso, me contentaba con utilizar un teléfono que ofreciera las funciones básicas (o lo que ha venido a llamarse un “teléfono tonto”) porque hacía lo que quería que hiciera: llamadas de teléfono y mensajes de texto.
Por esta razón, no resultará muy sorprendente saber que me llevó algún tiempo ponerme al día con las costumbres actuales sobre mensajes de texto. Y también hizo que me percatara de que si no invierto mi tiempo y mi dinero en obtener el equipo adecuado de vigilancia digital para proporcionar a mis hijos una vida online más satisfactoria, no estoy siendo una buena madre en el mundo contemporáneo. Para ser honestos, tengo mucho que aprender como madre de una nueva era pero ya sé que los teléfonos de hoy en día hacen mucho más que enviar mensajes de texto. No obstante, creo que estará de acuerdo en que es un buen sitio por dónde empezar, especialmente si significa que seguiré aprendiendo por el camino.
Esto es lo que hago para estar pendiente de mis hijos con una aplicación de monitoreo de mensajes de texto…
Hacer un Seguimiento de Sus Horas de Estudio
Soy muy particular en lo que respecta a mis hijos y sus deberes de la escuela. Creo que es necesario aplicarse y estudiar a solas cada día para sacar buenas notas. Y también quiero que mis hijos vayan a una buena universidad. También sé que no van a estudiar en condiciones óptimas si se distraen todo el tiempo con el zumbido de sus teléfonos, diciéndoles que han recibido un mensaje u otra cosa de sus amigos. He oído decir que a los chicos de esta generación les gusta más enviar mensajes que hablar cara a cara, así que supongo que se pasan todo el día enviando mensajes. Saben que tienen que estar alejados de sus teléfonos hasta que hayan terminado sus deberes, o tendrán que oírme y dar cuentas.
Además, mi rastreador me permite diferenciar entre mensajes que son “productivos” y aquellos que sirven para “distraerse”. Durante las horas de estudio, les permito que tengan chats en grupo o que envíen mensajes individuales para hablar de sus deberes, responder a preguntas o compartir material didáctico. Los mensajes que hacen cualquier otra cosa no están permitidos. Me gustaría aclarar que no soy una madre irracional. No les prohíbo que visiten páginas de entretenimiento o que tengan unas horas de juego. Solo les dejo claro que hay un tiempo concreto para ciertas actividades. Necesito enseñar a mis hijos cómo priorizar los diferentes elementos de sus vidas mientras todavía tengo autoridad.
La Hora Límite es la Hora Límite
A mí no me gusta que mis hijos se acuesten tarde. Creo que la única manera en que puedo educar chicos saludables y de éxito es si se atienen a una pauta de acostarse y levantarse temprano. Esto quiere decir que no me gusta que utilicen sus teléfonos a altas horas de la noche porque están ocupados enviando mensajes a quién sabe quién. De nuevo, mi rastreador de mensajes entra en juego. Recibo una notificación en mi teléfono que me indica que han enviado o recibido un mensaje de texto. Y eso me dice también que están sobrepasando su hora límite. Entonces voy a verles y les hago saber lo decepcionada que estoy.
El Lenguaje Vulgar no Está Permitido
Otra cosa que no me gusta nada es que los chicos adolescentes tienden a emplear lenguaje vulgar en sus teléfonos y en Internet. No estoy por la labor de educar a unos chicos que van a utilizar lenguaje vulgar para parecer más mayores. Para ello, utilizo la función Lista de Vigilancia en mi rastreador para definir palabras ofensivas que pueden salir en los mensajes de texto. Me gusta tener conversaciones con ellos sobre cómo el hecho de utilizarlas puede tener una mala influencia en sus vidas y va a acabar por perjudicar su propio bienestar. Nunca es buena idea que los chicos utilicen lenguaje vulgar y profanidades.
¿Escabulléndote a hurtadillas?
Esta es la función con la que mejor me lo paso. Mis hijos siempre se están peleando, pero cuando se trata de escabullirse a escondidas de la casa, están tan unidos como un equipo de jugadores de la NBA. Mienten para proteger a sus hermanos y me dicen que se han ido a estudiar o a un entrenamiento o lo que sea. Mi rastreador de mensajes de texto me dice la verdad. Puedo leer cada uno de los mensajes que reciben, con lo que sé exactamente dónde planean ir y con quién han quedado y lo que están planeando hacer. No me pueden mentir durante mucho tiempo.
¡Tengo Tanto que Aprender!
Así que, en resumidas cuentas, hay muchas ocasiones en las que he aprendido a hacer buen uso de mi programa de rastreo de mensajes. Todavía tengo un largo camino que recorrer antes de aprender a rastrear otras cosas. Supongo que estoy aprendiendo a medida que lo utilizo. ¿Qué más da que no naciera con las habilidades tecnológicas que tienen mis hijos? Me estoy poniendo al día y eso es lo que importa.
Si ustedes también tienen problemas como padres para adaptarse a esta situación, solo necesitan saber que tienen que jugar un papel más activo en sus vidas. Puede que tengan que esforzarse más allá de su zona de confort y enterarse de unas cuantas cosas sobre cómo funciona el mundo hoy en día. Y confíen en mi palabra, no solo les van a hacer mejores padres, sino que ¡les va a abrir puertas inesperadas que jamás se hubieran imaginado!
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