Los avances tecnológicos han traído cambios profundos a los hábitos de todo el mundo en los últimos años, especialmente en lo que se refiere al uso de los smartphones, las apps de chat, y las redes sociales. Los estudios revelan que los adolescentes que son usuarios frecuentes de smartphones pueden ser adictos a estos dispositivos debido a una baja autoestima.

Los adolescentes y preadolescentes usan mucho sus teléfonos, y esto está poniendo en riesgo su salud física y psicológica. Encuestas nacionales revelan que nuestros hijos están más ansiosos que nunca y las estadísticas de depresión y suicidio han aumentado de modo alarmante. Estos problemas han aumentado al mismo tiempo que los teléfonos móviles se han convertido en una necesidad esencial para la mayoría de los jóvenes. Los adolescentes americanos experimentaron una caída dramática en satisfacción general con sus vidas y en autoestima desde que la posesión de smartphones saltó de cero a 73%, lo que llevó a un aumento del tiempo que se pasan online.

Adicción a los Teléfonos Móviles y Baja Autoestima

Cuando hablamos de una correlación, es importante entender que no significa relación causa-efecto. Al mismo tiempo, hemos de prestarle atención a lo rápidamente que han aumentado las estadísticas relativas a cambios de humor, baja autoestima, y ansiedad reportados por los adolescentes desde la llegada de los smartphones y el acceso a las redes sociales. Esta tecnología conecta tanto como aísla a las personas.

Si piensa en ello, sin duda hay algo adictivo en recibir notificaciones en su teléfono móvil. Cuando vemos cuánta gente ha cliqueado al “Me Gusta” en nuestras fotos, eso nos hace sentir bien. Un estudio publicado por una revista de la Universidad de San Diego y la Universidad de Georgia recogió datos sobre las redes sociales y el estado de ánimo de 1,1 millones de adolescentes americanos. El objetivo del estudio era descubrir por qué el aumento de la satisfacción y la felicidad que se dio durante diez años cambió desde el 2012 y ha seguido descendiendo durante los siguientes años.

Los investigadores intentaron encontrar una respuesta recogiendo datos de estudiantes de octavo, décimo y duodécimo grado sobre sus sentimientos sobre la vida y el uso que hacían de su tiempo. Los resultados del estudio revelaron que desde 1991 y 2016, los adolescentes que se pasaban más tiempo en sus pantallas y en medios electrónicos de comunicación como redes sociales, mensajes de texto, juegos, e Internet estaban menos satisfechos con sus vidas, eran menos felices y sufrían de baja autoestima. Esta observación continuó durante dos décadas. Y durante ese tiempo, declinó el tiempo que se veía la televisión, algo que también estaba relacionado con el bienestar psicológico.

Los adolescentes que se pasaron más tiempo envueltos en actividades sin pantallas o tecnología disfrutaban de mejor bienestar psicológico. Experimentaban una mejor autoestima, nivel de felicidad, y estaban más satisfechos con sus vidas en general.

Para 2012, la mitad de la población americana, de la que un 37% eran adolescentes, poseía un smartphone. Para 2016, el 77% de los americanos poseía un iPhone o smartphone, y eso incluía a un 73% de los adolescentes. Según otros estudios, cuanto más tiempo se pasa un niño en redes sociales y en actividades online, menos feliz resulta ser.

Recientemente, expertos del Departamento de Psicología lideraron un estudio entre estudiantes de secundaria y de la universidad que mostraba que existen esas variaciones de personalidad, que hacen que se sufra de adicción al smartphone. Los descubrimientos revelaron la existencia de cuatro características fundamentales del uso adictivo de los móviles entre adolescentes. Entre ellas, la primera es la baja autoestima seguida de cerca por un bajo nivel de estabilidad y responsabilidad emocional. Para conseguir estos resultados, se realizaron encuestas que incluían un test de autoestima y de personalidad entre 250 estudiantes. Según los expertos, estas características están aumentando con lo que la gente que sufre de baja autoestima, tiene mayor tendencia a sufrir de adicción al teléfono móvil.

Los investigadores dicen que, en la actualidad, estamos presenciando una nueva pauta de comunicación en que los teléfonos móviles se han convertido en un accesorio necesario en nuestra sociedad, también para los adolescentes. Los móviles permiten a los adolescentes crear una realidad paralela y llenar un vacío en sus vidas en esta fase en la que cuestionan todo, incluida su existencia.

La Responsabilidad de los Padres

Según los profesionales de la paternidad, quitarles la tecnología a sus hijos no es la solución ideal ya que les alejaría del entorno al que se sienten conectados. Además, han crecido con pantallas a su alrededor, así que no va a poder separarles de ellas. Sin embargo, sugieren que los padres deberían tomar medidas responsables para controlar el uso de las pantallas y las redes que utilizan sus hijos. Además, es esencial hacer un seguimiento de la gente con la que interactúan sus hijos para que no se metan en problemas en el futuro.

Aquí tiene unas cuantas ideas:

Puede pasar sin ciertas aplicaciones:

Cada día, los jóvenes descargan nuevas apps. Puede pedirles a sus hijos que desinstalen las que piensa que están haciéndoles perder mucho tiempo a sus hijos. Algunas apps no son útiles en absoluto y solo sirven como interrupción. No les ayudan con las actividades diarias y solo sirven de obstáculo. Compruebe que sus hijos tengan solo esas apps que son importantes para el estudio y la comunicación con sus amigos y familiares.

Establezca algunas normas para el uso del dispositivo

A medida que sus hijos crezcan, aprenderán a priorizar las cosas, pero mientras sean adolescentes y estén aprendiendo a hacerse adultos, es su responsabilidad establecer algunas normas en su hogar. Los teléfonos móviles y las notificaciones constantes son una distracción permanente cuando están preparándose para un examen o realizando tareas escolares.

Todo el mundo debería dejar tranquilos sus móviles cuando se sienten a la mesa, además de comprobar que el dispositivo se deje de lado durante horas de estudio y antes de irse a la cama. Usar los móviles antes de irse a la cama altera el ciclo del sueño.

Controle las costumbres de sus hijos

Las empresas de marketing y de móviles hicieron algunos estudios que determinaron que miramos el teléfono unas 100 veces al día de media. Ahora tome su tiempo para evaluar cómo la adicción a los móviles está afectando las vidas y estudios de sus hijos.

Enséñeles a sus hijos y hágales entender que no pueden estar pegados a sus dispositivos cada segundo del día. Deberían tomarse descansos y establecer algunos periodos sin tecnología para participar en otras actividades saludables.

Aumentar la autoestima de los niños

Uno de los principales regalos que le puede dar un padre a su hijo es una sensación positiva de sí mismo. Los niños con una autoestima elevada se sienten amados y crecen para convertirse en gente competente, productiva y feliz.

Puede buscar ayuda en estos consejos para desarrollar una auto-imagen positiva en ellos mientras crecen:

Deje que hagan ciertas cosas por su cuenta: Como padre, sin duda quiere ayudar a su hijo para que haga lo que sea más rápido, pero es mejor ser paciente y dejar que hagan sus cosas a su ritmo. Cuantos más retos enfrenten, más competentes y seguros de sí mismos se sentirán de que confía lo bastante en ellos como para dejarles solos.

Deles opciones:  Usted puede ejercer un rol crucial para hacerles sentir capaces. De opciones a sus hijos. Desde luego, deles una selección razonable que haya preseleccionado para ellos. Pero deje que decidan por sí mismos. Cuando los niños aprenden a tomar decisiones simples desde pequeños, eso sirve de preparación para las decisiones más difíciles que tienen que hacer cuando crezcan.

Evite las comparaciones: Evite comparar a sus hijos con sus hermanos, sus amigos o los hijos de otras parejas. Esto daña enormemente la autoestima de su hijo, por no mencionar que añade presión a su hijo y puede que acabe resintiendo a sus hermanos o amigos. Aprecie la individualidad de su hijo y sus talentos y habilidades especiales. Dígale a su hijo que todo el mundo es único y tiene su propia personalidad y características.

No hay nada de malo en cometer errores: Enseñe a sus hijos que nadie es perfecto. Dígales que es perfectamente normal cometer errores. Se trata de un proceso de aprendizaje. Dígales que nadie espera que sean perfectos. Ser suficientemente buenos también está muy bien. Cómo responde usted a los errores de su hijo crea un impacto enorme en su personalidad y en su autoestima.

No les trate con sarcasmo: Esto es extremadamente importante. Se nos olvida lo que decimos cuando estamos enfadados. Recuerde, son SUS hijos, así que nunca se burle de ellos o de sus sentimientos. Cuando se enfade, tómese un pequeño descanso para no acabar diciendo algo que acabe por lamentar después. Los adultos tenemos diferentes maneras de tratar con las cosas, pero sus hijos todavía son jóvenes. Evite hacer comentarios sarcásticos para explicar algo. Diga que no le gusta la acción, pero no que no le gusta su hijo por ello, y asegúrese de dejarlo claro.

Deles algunas responsabilidades: Darles responsabilidades a sus hijos en el hogar aumenta su autoestima. Se sienten competentes al ver que sus padres confían en ellos con las tareas del hogar. Además, aprenden a ayudar en casa.

Pase tiempo con su hijo: Los niños necesitan su atención y su tiempo. Da igual lo trivial que sea, haga algo con ellos. Puede ser ir a dar una vuelta en bici, realizar algún recado juntos, ir a comer algo o pasar un rato indolente juntos. Puede ser una gran manera de implicarse en sus vidas y enterarse de lo que tienen en mente.

Si sigue estos consejos, conseguirá mejorar tanto la autoestima de sus hijos como su relación con ellos.

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