¿Cuántas veces se ha preguntado, como padre o madre, si su hijo está de verdad donde dice que está?
Si lo ha hecho, no está solo. Todo padre que tiene hijos entrando en la adolescencia ha pasado por esto en un momento u otro. A su edad, los chicos se creen que ya son lo suficientemente mayores para hacer lo que quieran, ir a cualquier parte, sin tener que ser cuestionados por sus padres. Tienen vidas secretas a esa edad. Este comportamiento es casi de esperar, pero no impide que usted se preocupe. Los padres actuales están digitalizando sus vidas cada vez más, igual que sus hijos. Hay herramientas de vigilancia disponibles que dan el mando a los padres, y que les hacen querer ser más proactivos en la crianza de sus hijos. Los padres pueden bloquear páginas web indeseables, saber dónde van sus hijos y hasta ver el historial de localizaciones visitadas mediante rastreadores.
Los controles parentales, especialmente los que vienen en forma de aplicaciones de móvil, se han convertido en la intervención parental más novedosa.
¿Cómo Funcionan los Controles Parentales?
Los controles parentales modernos, como XNSPY, se instalan en los dispositivos de los chicos. A partir de ahí, los padres cuentan con máximos privilegios para vigilarles. Esto quiere decir que pueden ver cualquier cosa que suceda en sus teléfonos o tablets. Estos controles también cuentan con rastreadores, con lo que los padres pueden saber en todo momento dónde está su hijo mediante la localización GPS. Para los padres que lidian con chicos que se escapan a escondidas y les mienten, una aplicación como esta parece la solución perfecta para sus tribulaciones.
¿Son Efectivos los Rastreadores?
Hasta cierto punto, los rastreadores son bastante efectivos pero depende de cómo decida utilizarlos un padre. XNSPY, por ejemplo, rastrea a un niño a lo largo del día. Ahora bien, su padre puede acceder al programa y echar una ojeada a su localización actual si lo desea. Y si quiere averiguar dónde ha estado su hijo a lo largo del día, también podrá ver su historial de localizaciones. Imagine tener esto como padre, con coordenadas precisas de los lugares visitados por su hijo y con registro de la hora en que los visitó.
¿Funciona con Adolescentes?
No de la manera que usted cree. Un control parental es una medida preventiva y solo funciona si también es padre de alguna forma más activa. Si utiliza esto para averiguar si su hijo le está mintiendo sobre donde está, lo máximo que la aplicación va a conseguir es confirmar o negar su afirmación. Cómo elija ser padre de su hijo con esa información depende totalmente de usted… y eso es lo que en definitiva determina si va a funcionar con adolescentes.
Pero al mismo tiempo, contar con la capacidad de ver su historial de localizaciones desde la distancia parece ser de cierta utilidad, ¿no es cierto? Porque ¿qué pasa si se entera de que su hijo está en un lío, pero no tiene ni idea de donde está? O en una situación menos morbosa, los aparatos que usan no son baratos, y los chicos pierden cosas. Con esta aplicación podría localizar con facilidad sus dispositivos y devolvérselos.
Una aplicación de vigilancia es sin duda una intervención parental, pero no funciona a menos que se lleve a cabo de la manera adecuada. Es una herramienta que le asegura que están a salvo, y le informa de sus actividades. Lo que usted decida hacer con esa información es lo que realmente cuenta.
