Los Peligros Digitales Evolucionan y los Padres Tienen que Entender lo Complejo de la Situación

Las cosas eran mucho más sencillas cuando la vida de su hijo discurría en el mundo físico y visible. En la actualidad, los chicos también tienen una vida digital, en Instagram donde documentan todo lo que hacen, o a través de los mensajes con los que están hiper-conectados. Tienen toda una manera de ser detrás de las pantallas de sus smartphones, y eso por decirlo suavemente. No es sorprendente, por tanto, que con los años, los padres hayan mostrado un nivel creciente de interés en nuestro programa de rastreo de Apple que puede monitorear el iPhone o el iPad de su hijo. Esta es la única manera de monitorear adecuadamente la “otra” vida de sus hijos. Los padres que todavía no tengan una de ellas tienen mucho con lo que ponerse al día.

Cuando los Padres No Entienden la Complejidad del Asunto

Con mucha frecuencia, existe un abismo tecnológico entre padres e hijos. Esto hace difícil para los padres saber exactamente qué es lo que tienen que buscar, cuáles son las señales de alarma, y qué deberían enseñar a sus hijos sobre maneras de conducirse online que sean apropiadas. Piense en ello de esta manera: los chicos suelen ser “nativos” digitales. Nunca tuvieron que aprender nada sobre sus dispositivos. Han existido desde que nacieron y por tanto, les resulta de lo más natural. Los padres, por otro lado, son “inmigrantes” digitales. Nacieron mucho antes de que se inventaran estos dispositivos, así que tuvieron que aprender a manejarlos. En muchos casos, esa es la razón de que los padres odien la tecnología. No son totalmente familiares con estos dispositivos y para qué se utilizan. Es esta resistencia a aceptar nuevos inventos la que crea el abismo.

Ahí reside el problema –cuando usted no entiende las normas y los valores de la cultura de Internet, no puede realizar apropiadamente su tarea como padre. Ayuda saber que, en principio, Internet plantea los mismos problemas que el mundo físico y real… solo que en forma digital. Lo primero que tiene que decirse a sí mismo como padre es que puede simplificar. No hay nada nuevo que tenga que aprender. Esencialmente, tiene las mismas cuestiones de que cuidar pero a través de una aplicación de monitoreo de móviles. Aquí tiene más sobre ello.

Cómo Evolucionan los Problemas en Internet

La cuestión más comentada sobre los problemas en Internet o con smartphones es la intimidación online. Los chavales han empezado a utilizar las plataformas de redes sociales para ser crueles con otros chavales. Ya sea en forma de un comentario grosero, difamación, suplantación de personalidad o exclusión social, la intimidación online es un problema prevalente cuando se combinan jóvenes y smartphones.

Entienda que los chicos pueden pasar por las mismas experiencias estresantes cuando los abusones les atacan a través del ordenador que cuando lo hacen en el patio del colegio. Es tan malo que lleva a los chicos a sufrir de ansiedad, depresión y hasta al suicidio.

Que haya chicos intimidando a otros chicos es una cosa, pero que haya adultos acosando sexualmente a menores es una bestia totalmente diferente. Imagínese a su hijo atrapado en los tentáculos de alguien más mayor que está manipulándoles para que tomen confianza con la finalidad de aprovecharse sexualmente de ellos. Suena mucho más siniestro, ¿no es cierto?

Lo que distingue al acoso sexual infantil de la intimidación es que es mucho más sutil en su planificación y más paciente en su ejecución. Los niños no se dan cuenta de lo que les está pasando –creen que han hecho un amigo en el que pueden confiar, y así es como les hacen caer en su trampa. El acoso sexual infantil es lento,  puede durar semanas, meses y hasta años. El acoso sexual infantil es abrumador y peligroso.

Por tanto, los peligros digitales están evolucionando. Esto me hace recordar los primeros tiempos de este blog cuando advertía a los padres sobre el peligro de los comentarios crueles en Facebook o de las fotos perniciosas en Instagram. A medida que evoluciona Internet, también lo hacen sus riesgos.

Un Mundo en Constante Cambio

Esto es lo que ha llevado a muchos padres a obtener una aplicación de monitoreo de móviles en primer lugar. Quieren saber con quién hablan sus hijos en sus teléfonos. Quieren escudriñar los mensajes de sus conversaciones, quieren una manera mejor de estar al tanto de ellos. Para ello, hay muchas aplicaciones que pueden ayudar a los padres. Por ejemplo, Life360 mantiene a toda la familia conectada en una plataforma digital, con lo que los hijos pueden ponerse en contacto con sus padres en tiempos difíciles. De manera similar, XNSPY es un control parental que ofrece a los padres una entrada a todo el contenido en el smartphone de su hijo. De ese modo, pueden leer mensajes, establecer alertas relativas a los abusones y sus comentarios crueles.

Si tenemos en cuenta que es el bienestar y la felicidad de su hijo la que está en juego, un programa de rastreo de iOS como este supone una buena inversión. La tarea de ser padres está evolucionando, y el hecho de que haya más madres y padres en busca de medios digitales para cuidar de sus hijos es un paso en la dirección adecuada. Ahora que la generación Y está empezando a tener hijos, el abismo digital puede empezar a estrecharse. El mundo en el que existe la generación Z es uno en el que siempre ha habido iPhones e Instagram. Esto significa que los padres tienen que ir un paso por delante, y que ya no pueden quedarse sentados o tener una actitud pasiva al respecto.

Facebooktwitterredditpinterestlinkedinmail