Empleados Tóxicos

 

Puede que en algún momento en que no estaba de suerte haya contratado a una mala semilla para su organización. ¿Qué queremos decir con mala semilla exactamente?

No estamos hablando del empleado que no es bueno en su trabajo. Ni siquiera de los que cometen travesuras. No, hablamos de aquellos empleados que son directamente tóxicos. Son por lo general muy negativos, y siempre tienen algo de lo que quejarse. Y además, suelen tener ese mismo efecto en la gente que los rodea. Su energía negativa es contagiosa y con mucha frecuencia, se transfiere al resto del equipo.

¿Qué podemos hacer con dicho empleado? ¿Qué podemos hacer respecto al personal que no puede dejar de proyectar negatividad y quejas constantes?

Entienda la Diferencia entre un Mal Empleado y un Empleado Tóxico

Un mal empleado desempeñará mal su trabajo. Tiene un problema funcional que seguramente puede ser mejorado mediante capacitaciones, talleres y otras herramientas de desarrollo profesional. Puede que un mal empleado se sienta desmotivado pero lo cierto es que en este caso esa falta de motivación se circunscribe a la persona en cuestión.

Por otra parte, un empleado tóxico perjudica a la gente que le rodea. ¿Cómo es así? Lo que ocurre es que hará todo lo que pueda para hundir a la gente que le rodea. Su lema es que como ellos están amargados en sus trabajos, se empeñan en conseguir que los demás también lo estén. Puede que ni siquiera sea un acto deliberado, es simplemente lo que proviene de su energía negativa general.

Además, no es fácil indicar con claridad lo que está mal en sus acciones. Es solo que consiguen que los que les rodean se sientan igual de infelices que ellos. ¿Y cómo se puede profundizar lo suficiente como para conocer la raíz de la amargura de alguien? Lo que hacen no es técnicamente ilegal… simplemente perjudicial.

Ofrezca Ayuda en Forma de Consejo

Como jefe de personal, usted tiene la tarea doble de hacer de psicólogo y adivinar por qué un empleado está siendo tóxico. ¿Está insatisfecho con la organización? ¿No se siente a gusto con sus colegas? ¿Hay frustraciones provenientes de un error de asociación entre la persona y su trabajo? ¿Es feliz en su vida personal? ¿Está sano y libre de preocupaciones?

Hay un montón de cosas a las que se puede atribuir la mala actitud de una persona. Lo primero que ha de hacer es encontrar la raíz del problema y ofrecerle consejo. Ya sea usted mismo o un profesional que pueda identificar los problemas, proporcione un espacio seguro a sus empleados para que puedan pensar en lo que les preocupa.

Establezca Prioridades

Tenga en cuenta que puede que su ayuda no sea lo que algunas personas necesiten. Puede que algunos necesiten un tipo diferente de intervención que la que puede ofrecer un jefe de personal. Entienda que puede que no esté equipado para manejar ciertas situaciones. Y que eso está bien.

Lidiar con empleados tóxicos puede ser difícil, agotador y contraproducente. Lo que tiene que hacer es imaginar una manera de administrar sus prioridades. Algunos empleados cambiarán… pero puede que otros no den tan buen resultado. Puede que no merezca la pena emplear todo el tiempo y los recursos que va a dedicar para mejorarles. Lo que quiero decir es que tiene que aprender a escoger sus batallas. A veces, es más sencillo desprenderse de algo que sabe que no va a mejorar en el futuro cercano.

Sin duda, su aplicación de control de empleados estará allí para ayudarle a rastrear el progreso, llegar al fondo de ciertos asuntos y monitorear cualquier acto indebido que pueda causar perjuicios a los demás.

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