Los padres de hoy en día se acuerdan con nostalgia de los viejos tiempos, cuando toda la familia utilizaba un solo ordenador que estaba en medio de la sala de estar, con lo que todos podían ver lo que se hacía en Internet. Todo era más sencillo y manejable. En los últimos seis o siete años, han cambiado las maneras en que hacemos las cosas más habituales. El furor por los smartphones, tablets y redes sociales, ahora que los niños tienen sus propios miniordenadores en la palma de la mano, ha complicado la tarea de los padres.

El Dilema de los Padres Contemporáneos

Hay muchas distracciones, como Snapchat, Facebook, e Instagram, además de la Xbox o la Playstation. Parece que todo lo que hacen los chicos hoy en día implica el uso de una pantalla. Cada vez se pasan más tiempo con sus dispositivos, un tiempo que podían utilizar jugando en la calle o con la familia, actividades que se han reducido a la nada. Habitantes del presente, la explosión de dispositivos digitales ha llevado a los padres a adoptar métodos digitales para desempeñar su tarea como padres. Para algunos chicos, el uso de las pantallas se ha convertido más bien en una adicción. Los padres actuales son la primera generación que se enfrenta a esta cuestión, y muchos no saben por dónde empezar.

Tecnología – ¿Es o no Es una Adicción?

En sí misma, la tecnología no es una adicción. Está claro que todo exceso es pernicioso. Hay ciertos chicos que utilizan sus smartphones para entrar a las redes sociales y jugar unas horas al día, pero eso no significa que sean adictos. Cuando se pasa de intervalos de unas pocas horas a 30 o 40 horas a la semana, nos estamos enfrentando a un signo de adicción.

Hay chicos cuyo uso de la tecnología raya lo extremo o tóxico, y ahí es cuando la adicción empieza a impactar su conducta y su personalidad. El uso de la tecnología hace que se pierdan interacciones con sus amigos “reales”, sus calificaciones bajan en la escuela, y aquí es cuando el uso de la tecnología se convierte en un problema para los padres digitales. Si son ustedes unos padres que están preocupados por las costumbres de su hijo con la tecnología, aquí tienen algunos signos de alarma ‘generalmente aceptados’:

Su hijo mira el teléfono constantemente para comprobar notificaciones y mensajes.

Su hijo se pone irritable cuando le piden que controle el tiempo que se pasa delante de la pantalla.

 Su hijo se pone irritable o se enfada cuando termina su ‘hora de juego’.

Cuando se queda sin el teléfono o se lo quita, muestra ansiedad, aburrimiento o parece estar perdido.

Su hijo prefiere a sus amigos online antes que a sus amigos de verdad. Prefieren jugar online durante horas antes que pasar tiempo con los amigos.

Sin duda, estos son los casos extremos. Como padres, es esencial que se tome su monitoreo digital en serio. La adicción a la tecnología podría crear estragos en la personalidad de su hijo, en su conducta, interacciones sociales y su bienestar emocional.

Riesgos de la Adicción a la Tecnología

Los chicos se pueden aislar socialmente cuando se pasan 5-6 horas seguidas interactuando con amigos virtuales online. Algunos pierden a sus amigos reales, cuando estos no comparten la misma obsesión por los juegos que ellos. A medida que se pasan más tiempo delante de la pantalla, ya sea para jugar o en redes sociales, empiezan a fallar en la escuela porque ignoran sus tareas. A veces, los chicos mienten y en vez de estudiar o hacer los deberes, lo cierto es que están jugando en su habitación.

El uso constante de pantallas y la presión en la vista y en las manos son agotadores para el cuerpo. Quedarse despierto hasta muy tarde con el smartphone altera las pautas de sueño, por lo que la salud de su hijo puede deteriorarse. Los chicos empiezan a ponerse airados y ansiosos si se les niega la tecnología, lo cual no es una actitud saludable para nada. Si los adolescentes son más mayores, se pueden poner físicamente agresivos y violentos.

Qué Deberían Hacer los Padres

Aquí tiene algunos consejos para controlar la adicción a la tecnología de su hijo o mejor aún, puede implementar estas medidas cuanto antes para que sus hijos entiendan que hay límites al uso que pueden hacer de la tecnología.

Explique los peligros de la adicción a la tecnología a su hijo para que sepa que es necesario mantener un equilibrio si quiere seguir estando sano física y mentalmente. Asegúrese de que su hijo entiende los riesgos y las razones por las que a ustedes, como padres, les atañe definir y establecer ciertos límites respecto al tiempo de pantalla.

Establecer límites temporales es el segundo paso. Tenga una conversación con su hijo y decidan juntos un ‘tiempo para la tecnología’ razonable. Compárelo con las horas que se pasa en la escuela y comente que los dos periodos no tienen por qué ser equivalentes. El periodo de tecnología recomendable para un niño pequeño es de 2 horas al día; para un adolescente, es de 2-3 horas al día, y solamente después de que hayan terminado con sus tareas domésticas y escolares. Estos límites temporales pueden ser distintos los fines de semana.

Haga lo que haga, asegúrese de que se cumplan con estos límites. También se le pueden ocurrir otras actividades saludables para que sus hijos disfruten sin la tecnología. Anímele a que invierta más tiempo y dedicación en el mundo real.

Un Contrato de Móvil también puede ser un enfoque interesante. Redacte un contrato respecto al uso de la tecnología y limite el uso de la pantalla para juegos y redes sociales con una mayor permisividad respecto a llamadas y mensajes de texto en las horas sin tecnología. Además, no les permita a sus hijos pequeños que se lleven el portátil, la Tablet o el móvil a su dormitorio. Esta norma se puede cambiar cuando hayan crecido un poco.

Internet no se va a ir a ninguna parte. Por tanto, prohibir la tecnología no es una solución saludable para nadie. Evite amenazar con la prohibición de la tecnología si su hijo comete algún error, o si se portal mal y hace algo que requiera un castigo. Disminuya el tiempo de tecnología asignado para que su hijo entienda que le van a regañar cuando no cumpla con las normas.

Por último, cuando crea que sus hijos ya son mayorcitos y no necesitan su vigilancia las 24 horas del día sino un vistazo de vez en cuando, XNSPY es la solución digital para sus preocupaciones como padre de la era digital.

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