Los padres tienden a creer que sus hijos son perfectos, pero todos sabemos lo crueles que pueden ser los niños entre ellos. A veces, no es gran cosa, pero, si usted nota que su hijo tiene la costumbre de hablar mal o de menospreciar a los demás niños de la escuela, tengo una mala noticia que darle. ¡Es muy posible que su hijo sea un abusón!

El abuso o intimidación comienza con señales más bien sutiles. Puede que su hijo se haya metido en una pelea con alguien durante el almuerzo, que haya escuchado los comentarios crueles de su hija respecto a la chica nueva en una fiesta o que se entere de que su hijo regaña o domina a los demás niños. Da igual cuánto quiera negar los hechos, lo cierto es que están sucediendo.

Nadie quiere ser el padre del niño que intimida a los demás. Pensamos mucho más en los que se convierten en víctimas de la intimidación, pero, para los padres, es una situación difícil. Nadie sabe por lo que pueden pasar los padres que saben que su hijo está intimidando a otros niños.

Por qué se convierten los niños en abusones

Con bastante frecuencia, los niños que acaban intimidando a los demás no tienen intención de ser crueles con ellos. Hay numerosas razones que pueden llevar a un niño a convertirse en un abusón. Podría deberse a una autoestima baja, un control precario de las emociones, problemas financieros, familiares, ansiedad social, malas relaciones con la gente, soledad, una necesidad desesperada de encajar en la familia, dificultades escolares, o podría derivar de que les castiguen todo el tiempo.

Los niños se hacen agresivos y tratan de imitar los personajes que ven en la tele, las películas y los juegos, si los padres no están al tanto de los contenidos que consumen online.

Hacerse agresivo podría llevarlos a crear una pauta de por vida que puede dañar sustancialmente el futuro de su hijo, tanto académica como profesionalmente.

Parte de su tarea como padre es jugar a ser detective y buscar las pistas de lo que necesita su hijo. Note los pequeños síntomas. Y si le preocupa la posibilidad de que su hijo sea un abusón, aquí tiene cinco síntomas de conducta abusiva que indican que sus hijos necesitan intervención y ayuda seria:

1.    Problemas de Conducta Repetitivos

Esta es una de las principales señales de que su hijo es un abusón. Su hijo tiene problemas para controlar sus emociones y, además, tiene un historial de conducta problemática. Además, nota los mismos síntomas también en sus amigos.

Los problemas de conducta podrían indicar que su hijo no tiene mala intención con sus acciones, sino que se ponen impulsivos durante las discusiones, lo que los lleva a comportarse como un abusón.

2.    Menosprecian a los demás

Podría haber una gran variedad de causas por las que su hijo menosprecia a los demás. Podría deberse al miedo, a la autoestima baja y hasta al hecho de que se sientan estresados. Esta es una señal de que necesita ayudar a su hijo para que corrija su actitud. Necesitan su ayuda y su apoyo para sentirse mejor respecto a sí mismos, para que no tengan que recurrir a abusar de otros niños.

3.    Carencia de Empatía

La empatía es una de las mejores características que podría ayudar a cultivar en su hijo desde tierna edad. Si nota que su hijo no muestra compasión y empatía por los demás, que nunca se pone en la situación ajena, y que culpa a los demás en vez de tomar responsabilidad por sus actos, su conducta está inclinándose hacia la intimidación.

La falta de empatía y la falta de consideración por los sentimientos de los demás o el impacto de sus acciones en ellos significan que su hijo es un abusón.

4.    Experiencias con la Ira, la Intimidación o la Violencia en el Pasado

Los niños recurren al abuso de los demás cuando han experimentado o presenciado ira, intimidación o conductas violentas en el pasado. Para los niños que han sido castigados severamente y que se han sometido a la naturaleza violenta de otra persona, la agresión es la única respuesta que les resulta apropiada. Intentan buscar un sentido a las cosas y resolver sus problemas con castigos y agresiones. Si su hijo ha experimentado o presenciado conducta violenta en los adultos que le rodean, puede que la conviertan en su respuesta habitual cuando las cosas no salen como ellos quieren. Puede que esa no sea su intención, pero es la única manera que conocen. Así que, como padre, ayúdeles a encontrar otra manera mejor.

5.    La Presión de Destacar del Resto

Algunos niños son muy observadores. Son intensamente conscientes del estatus social y de cómo se mueven los asuntos en sociedad. Debido a la jerarquía social que también forma parte del entorno escolar, sienten una inmensa necesidad de encajar. No quieren ser el niño raro que destaca del resto. Puede que traten de gestionar su imagen y de hacer todo lo que puedan para controlarla. Y ya sabemos que se pasan una gran cantidad de tiempo preocupándose sobre lo que la gente piensa de ellos.

Su preocupación constante es encajar con el grupo. Esto puede llevar a su hijo a que se obsesione y tome decisiones con la intención de encajar. Pueden convertirse en un abusón de los demás sin siquiera quererlo.

En resumen

La intimidación es un asunto complejo y no hay por qué culpar necesariamente a los padres. Si ve que su hijo tiene dificultades con emociones intensas y se convierte en un abusón, puede ayudarles tomando nota de estos síntomas cuando estén portándose mal. Puede ayudarles a adoptar mejores costumbres y una buena conducta para que sus actos de menosprecio de los demás no se conviertan en una práctica de por vida.

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