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Empezar ahora Demostración en vivoCon frecuencia, los padres ven a sus hijos haciendo cosas que no les hacen gracia como tomar demasiados refrescos o enviar mensajes de texto en medio de la cena. ¿Cuál es su reacción inmediata cuando ve esto? Probablemente les grita o les castiga sin salir de casa, ¿verdad? ¡Pues esta es la peor respuesta posible! Los padres han de servir de guías, no de guardianes. Esto quiere decir que los padres han de adoptar ciertos comportamientos para criar a unos hijos responsables y felices.
Por lo general, los padres prueban con una lista de posibles castigos para cambiar la actitud de sus hijos. Estos son algunos ejemplos comunes: si no limpian su habitación, nada de tele esa noche, se cancelan las citas para entretenerse con amigos y se les quita la Tablet. La cuestión es que da igual lo duro que sea con sus castigos en su intento de cambiar su conducta o hacerles responsables. Lo cierto es que les va a dar igual. Si se pregunta por qué, la razón es que su estilo como padre se parece al de un policía. Por si no lo sabía, le diremos que los niños antisociales suelen provenir de este tipo de entornos. A ellos no les importan las normas; en vez de ello, eligen seguir sus propias reglas. Nunca se dan cuenta de que las normas que están infringiendo son por su bien. De hecho, los padres controladores crean problemas de salud mental en sus hijos.
La Revista Independent publica un estudio donde se dice que los padres demasiado controladores pueden causar daños psicológicos para toda la vida en sus hijos. Las influencias de la infancia pueden causar un impacto profundo en el desarrollo del cerebro. Los niños que tienen la suerte de desarrollar un vínculo emocional con sus padres tienen más posibilidades de tener relaciones felices y estables más adelante en la vida. Cuando los padres les dan a sus hijos una base estable, esto promueve su desarrollo social y emocional. Por otra parte, cuando los padres controlan a sus hijos, esto limita su independencia, lo que les impide regular su propio comportamiento adulto.
Cuando educamos a nuestros hijos como si fuéramos la policía, lo que hacemos es tratar de cambiar su conducta mediante el control. Utilizamos las consecuencias para eliminar las conductas que no nos gustan. Cuando actuamos así, no nos importa demasiado lo que esté sintiendo nuestro hijo o si se siente desconectado. Solo nos importa que obedezca. No estamos siendo flexibles, sino escalando las consecuencias para que dejen de hacer lo que están haciendo.
Ya es hora de que los padres actúen como guías
El enfoque correcto es el de ser un padre que asuma un rol de guía y alentar la clase de conductas que le gusta ver en ellos. Este estilo parental requiere tener compasión. Su tarea como padres es motivar a sus hijos para que hagan lo correcto porque es lo correcto, no simplemente para evitar un castigo. Nuestros hijos tienen que entender el valor de la conducta que han elegido, ya sea en su vida personal, profesional o digital.
Entonces, ¿qué pueden hacer los padres para convertirse en guías para sus hijos? Quizá esto le sirva de ayuda:
Vea las cosas desde la perspectiva de su hijo
Lo primero que puede hacer es esforzarse para ver la situación desde la perspectiva de su hijo, porque le ayudará a entender qué es lo que le motiva. Con el tiempo, se acabará dando cuenta de que los comportamientos difíciles están relacionados con carencias emocionales o de capacidades. Esto no quiere decir que haya que aceptar su comportamiento, sino que hay una razón por la que su hijo está actuando de cierta manera que usted reconoce.
Aliente el comportamiento positivo a través del aprecio
A los niños les encanta recibir elogios. Si ellos creen que sus padres se interesan en ellos, se sentirán motivados para complacerles. Tiene que ser muy cuidadoso y elegir las palabras y acciones adecuadas para alentar el comportamiento positivo.
Sea flexible
En vez de controlar sus decisiones, deles a sus hijos alternativas entre las que elegir. Ayúdeles a tomar la decisión adecuada y si se meten en líos, sea un poco flexible. No les eche una bronca enorme para asustarles.
Predique con el ejemplo
Ya sabemos que el estereotipo de que “los niños imitan lo que ven” es cierto. Hay muchas cosas que usted hace a diario que sus hijos imitan inconscientemente. ¿Por qué no utilizar esto como oportunidad para fomentar el buen comportamiento? No envíe mensajes de texto mientras conduce. Hable siempre con educación. No se obsesione con las redes sociales y su hijo acabará haciendo lo mismo sin que usted se lo tenga que pedir.
Los psicólogos dicen que los padres han de tratar a sus hijos de la manera que desean que ellos traten a los demás. Si son compasivos y empáticos con sus hijos, ellos a su vez, también lo serán con los demás. Por otro lado, si usted les castiga, les azota o les chilla a diario, se acabarán convirtiendo en adultos agresivos.