Un entorno familiar saludable contribuye en gran medida a darte la oportunidad de combatir el estrés relacionado con el trabajo, la depresión, la ansiedad o la sensación general de inquietud. Para los niños, un entorno familiar saludable y feliz puede enriquecer su desarrollo. Se convertirán en adultos seguros, felices y bien informados. Dado lo importante que es un entorno familiar saludable, aquí tienes cuatro maneras de crear estas condiciones en casa.
- Comunicación
Una comunicación saludable es la seña de identidad de una relación sana. Sin embargo, la comunicación también depende del contexto y de las circunstancias. No te comunicas igual con tu hijo que con tu pareja. Dicho esto, hay cosas en común que definen una comunicación saludable independientemente de la situación. Por ejemplo, escuchar es una forma de interacción igual que hablar. Anima a que todos los miembros de tu familia se comuniquen abiertamente, ya sea para quejarse por algo, contar un problema o por qué se sienten tristes o enfadados. Se debe animar a expresar las emociones. Asimismo, escucha con paciencia y no invalides a otros miembros interrumpiéndoles o ignorándoles. No supongas nada, acostúmbrate a hacer preguntas y deja de lado el sarcasmo.
- Respeto
El respeto es un concepto que suele interpretarse solo en la forma en la que hablamos a los demás. Sin embargo, hace referencia a una serie de conductas que se incluyen en la relación que tienes con tu familia. Un entorno respetuoso está libre de estrés porque reconoce que cada individuo es diferente y tiene sus propias necesidades y expectativas. Aquí es donde entra el tema de los límites personales. Por ejemplo, cualquier persona de tu familia debería ser capaz de establecer límites expresando lo que le gusta y lo que no. A un miembro de la familia le puede importar más la privacidad, mientras que otro prefiere estar más tiempo en grupo. En este sentido, el respeto se refiere a todos los miembros de la familia que reconocen la forma de ser de cada persona y adaptan su conducta en base a ello.
- Cariño y afecto
Las relaciones cariñosas y de afecto entre los miembros de la familia pueden crear un espacio que aleja el estrés diario. Esto quiere decir que el amor no solo hace referencia al sentimiento en sí sino a una serie de acciones. El cariño es un ejemplo de una relación afectuosa. Asimismo, apreciar los esfuerzos también es amor. Los niños que crecen en familias afectuosas tienen menos probabilidad de desarrollar problemas de conducta en el futuro. Practica ejercicios de amabilidad y paciencia con tu familia. Crea también una cultura de afecto físico. Elógiales si están guapos, aprecia sus talentos y mantén una actitud alegre y divertida.
- Tiempo de calidad
Pasar tiempo de calidad con tu familia es lo más importante que puedes hacer para crear un entorno saludable en casa. Sin tiempo, la comunicación, el afecto y el respeto son muy difíciles de crear y mantener. Haced cosas juntos como ver películas, jugar, comer, viajar o alguna otra actividad divertida. Pero esto no solo queda limitado a las actividades. Comunicarse con alguien que está pasando por un mal momento también es tiempo de calidad. Así también se puede crear una serie de expectativas y tradiciones familiares. Viajad, disfrutad viendo series o haced algo que le gusta al otro. Puedes hacer todo esto para pasar tiempo de calidad juntos. No vale hacer actividades sin ganas o mantener una conversación mientras estás distraído. Es importante estar centrado en lo que haces. Este comportamiento y actitud crearán un entorno feliz y estable en casa para todos los miembros de la familia.
