¿A quién no le gusta mimar a su pequeño? Como padres, tomamos como nuestro deber darles lo mejor a nuestros hijos. Los mejores juguetes, la mejor ropa y todo lo que no podíamos tener en nuestra infancia. Ahora, a primera vista, todo esto parece genial, ¿no? Fiestas de cumpleaños temáticas, vacaciones fastuosas, los últimos artilugios electrónicos y comidas en lugares caros.
Sin embargo, ¿sabía usted que los niños no necesitan estar entretenidos todo el tiempo? Darles demasiadas cosas y privilegios tiende a tener un impacto negativo en su personalidad. Y mimarles en exceso es una de las principales maneras de conseguirlo, ya que esa costumbre podría tener consecuencias para toda la vida para la mayoría de los niños.
Distintas maneras de mimarles en exceso
Si usted cree que solo les mima demasiado cuando les compra montones de juguetes y regalos de todo tipo, se equivoca. También tiene que ver con ser demasiado permisivo, dándoles demasiada libertad y muy poca disciplina.
Según el Overindulgence Project, los investigadores han identificado tres tipos de excesos en los padres:
- Sobreprotección: Los padres impiden que sus hijos desarrollen su independencia cuando hacen demasiado por sus hijos. El crecimiento saludable de los niños se dificulta cuando los padres hacen todo por sus hijos y les rescatan de todas las emociones incómodas.
- Estructura blanda: Los niños no son capaces de funcionar adecuadamente y de convertirse en adultos con autodisciplina si no reciben límites saludables y suficiente disciplina. Esto podría incluir evitar darles ninguna responsabilidad o tareas a sus hijos cada vez que tienen un ataque de rabia.
- Darles demasiado de todo: Da igual de qué se trate, demasiadas actividades, o juguetes, o dispositivos, podría acabar haciéndole daño a sus hijos. Está bien dejar que se aburran. Los niños necesitan tiempo de descanso, y necesitan aprender a entretenerse por su cuenta.
Por qué miman los padres en exceso a sus hijos
Podría haber toneladas de razones por las que los padres tienden a complacer a sus hijos. La razón más común detrás de ello es la culpa.
Tomemos el ejemplo de los padres que trabajan muchas horas y no pueden pasar suficiente tiempo con sus hijos, y tratan de compensar por no estar cerca comprando muchos regalos.
Otra razón es que los padres quieren que sus hijos sean felices. Así que, en lugar de arriesgarse a que sus hijos se sientan infelices o molestos, los padres se rinden y les permiten tener todo lo que desean.
Luego, hay padres que no están preparados para lidiar con problemas de comportamiento. En resumen, están mal equipados para manejar las rabietas y la rebeldía de los niños. Para hacer su vida más fácil, evitan establecer reglas y disciplinar a sus hijos.
Algunos padres quieren compensar sus propios recuerdos dolorosos de la infancia con sus propios hijos. Son los padres que cumplen sus sueños a través de ellos. Un padre que creció en tiempos difíciles o en la pobreza se asegurará de que su hijo tenga de todo. Además, los padres que crecieron con padres estrictos no quieren que sus hijos tengan la misma infancia y, por lo tanto, no les dan a sus hijos la estructura y las reglas suficientes que cumplir.
Razones por las que no es saludable mimar en exceso a sus hijos
A continuación, exponemos unas cuantas razones por las que debería pensar dos veces antes de darles a sus hijos todo lo que quieren cada vez que se lo pidan:
- No le dan ningún valor a nada: Cuando los niños tienen demasiadas cosas, como ropa, dispositivos electrónicos, y juguetes, son incapaces de cuidar de todas ellas. De ese modo, los niños no aprenden a ser responsables porque no pueden cuidar de tanto como tienen. No se dan cuenta de si algo se ha perdido o si necesita reparación. Tener demasiadas cosas contribuye a que no sepan valorar nada, ya que siempre hay alguna otra cosa con la que jugar.
- Satisfacción/Libertad que
proviene de bienes materiales: Los niños empiezan a pensar que solo pueden obtener auténtica felicidad y
satisfacción de los bienes materiales. Y que si se hacen con más cosas, podrán
tener una vida más satisfactoria.
- Conexión entre lo que se tiene y la autoestima: Las posesiones materiales se convierten en símbolos de estatus para los niños. Los niños presumen de lo que tienen, y se vuelven arrogantes. Puede que hasta acaben con un complejo de superioridad.
- Desprecio de las normas de comportamiento: Cuando los padres no obligan a sus hijos a cumplir con ciertas normas, los niños empiezan a pasarlas por alto y a pensar que no son aplicables a ellos. Empiezan a pensar que están por encima de las normas y que son superiores al resto del mundo.
- Lo cierto es que hay vida sin toneladas de cosas: Tiene que enseñar a sus hijos que pueden vivir sin tener muchas cosas. Si les da todo lo que quieren, pensarán que su vida estará incompleta sin el último teléfono móvil, la ropa de última moda, o el mejor reloj del mercado. Es esencial que enseñe a sus hijos la diferencia entre necesidades y deseos.
- Problemas para toda la vida: Las investigaciones muestran que los niños consentidos en exceso acaban con problemas que arrastran toda la vida. La gente que ha crecido con padres indulgentes acaba quejándose de sentimientos crónicos de insatisfacción. Un gran número de ellos también acaba gastando o comiendo demasiado, y tienen grandes dificultades para enfrentarse a las realidades de la vida.
Cómo puede dejar de mimar en exceso a sus hijos
Si usted es un padre que se siente culpable y que ha estado gastando mucho dinero en su hijo y mimándole en exceso, tiene que crear un cambio positivo en su familia. Tiene que comprometerse y poner freno a las conductas tóxicas. Diga No a su hijo de vez en cuando para que aprenda que, a veces, en la vida, no conseguimos lo que queremos. Inicialmente, cuando deje de mimar en demasía a su hijo y empiece a negarles sus deseos, se encontrará con represalias. Como su hijo se ha acostumbrado a conseguir todo lo que quería, le resultará difícil escuchar su negativa. Se va a encontrar también con problemas de comportamiento. Y es posible que haga todo lo posible por minar sus esfuerzos para cambiar. Con el tiempo, cuando su autoridad sea incuestionable y haga cumplir las normas, su hijo aprenderá importantes habilidades para la vida que le ayudarán a convertirse en un adulto responsable.
