Las horas que pasamos regularmente mirando nuestras noticias en la pantalla parecen estar alterando nuestro cráneo. Suena extraño, ¿verdad? ¡Pero esa es la verdad! Un nuevo estudio ha revelado que debido al uso excesivo de dispositivos de mano, los humanos están desarrollando un crecimiento óseo justo por encima de sus cuellos.
La protuberancia ósea del cráneo se llama “protuberancia occipital externa”. Y a veces es tan grande que se puede sentir si se presiona con los dedos sobre la base del cráneo. Los dos investigadores australianos que hicieron este extraño descubrimiento descubrieron que alrededor del 50% de los cientos de radiografías de personas, entre 18 y 30 años de edad, mostraban crecimientos óseos. Estos hallazgos advierten a la gente sobre el impacto de la mala postura en los jóvenes debido al uso prolongado del teléfono.
Cuello de Texto
Dr. David Shahar, junto con su Profesor Asociado Mark Sayers de la Universidad de Sunshine Coast (USC) en Australia, descubrió que el 41% de las personas sometidas a rayos X habían desarrollado protuberancias óseas que oscilaban entre los 10 y los 30 milímetros. La cabeza humana llega a pesar hasta unos 4,5 kg. Cuando la inclinamos hacia adelante para ver nuestra tableta o smartphone, forzamos el cuello. Como resultado, la gente desarrolla lo que llamamos “cuello de texto”.
La presión en el punto que une los músculos del cuello con los del cráneo aumenta debido al cuello de texto. Así, el cuerpo responde formando un nuevo hueso que conduce a la protuberancia puntiaguda en la base del cuello. Este crecimiento ayuda a distribuir el peso de su cabeza sobre un área más grande.
Ahora, estas estructuras parecidas a unos cuernitos suelen ser comunes en las personas de edad avanzada que tienen una mala postura debido a los problemas de postura a largo plazo junto con las cargas de alta tensión en sus huesos. Sin embargo, estos crecimientos han llevado a serias preocupaciones acerca de cómo el uso excesivo de smartphones está cambiando la anatomía humana.
Shahar informó a la BBC mientras hablaba sobre el cuello de texto de que nuestros cuellos tienen que trabajar para mantener nuestras cabezas en su lugar mientras miramos nuestros teléfonos y tabletas. Permanecer en esta posición durante un período de tiempo más largo y prolongar la tensión lleva al cuerpo a construir un nuevo hueso para aumentar el área de superficie que sostiene el peso de la cabeza. La carga pesada en el accesorio del músculo se debe al peso de la cabeza que permanece echada hacia adelante durante muchas horas. Cuando la cabeza se inclina hacia adelante, el peso de la cabeza se transfiere de los huesos de la columna vertebral a los músculos de la parte posterior de la cabeza y el cuello.
El Journal of Anatomy publicó un estudio en 2016, que incluía radiografías de 218 pacientes jóvenes. El Dr. Shahar y su colega revisaron los hallazgos para determinar cuántos de ellos tenían este tipo de crecimientos. Las puntas medias medían alrededor de 0,2 pulgadas (5 milímetros) y las puntas agrandadas medían 0,4 pulgadas (10 mm).
El 41% del grupo tenía picos agrandados y el 10% de ellos tenía un crecimiento más grande que la media de 0.7 pulgadas (20 mm). Además, los médicos pudieron encontrar que los picos agrandados eran más comunes en los hombres que en las mujeres. Un hombre tenía el pico más grande de todos y sobresalía con 35,7 mm (1,4 pulgadas).
Las protuberancias del cráneo son más comunes en los jóvenes
Un estudio de 1200 individuos entre las edades de 18 a 86 años reveló que estos crecimientos eran más comunes en las personas más jóvenes, ya que pasan mucho más tiempo en sus smartphones y tablets. El 33% del grupo tenía picos de crecimiento, y los participantes que tenían entre 18 y 30 años eran más propensos a tener estos picos que las generaciones mayores.
Según estudios anteriores, se trata de una ocurrencia extraña pero nueva que no hemos visto en adultos jóvenes hasta este punto en los años 90. Los hallazgos del estudio han descartado claramente el hecho de que tarde años en formarse, y que solo las personas que envejecen experimentan estos espolones óseos. Además, se supone que los espolones óseos son cortos, pero los investigadores los encontraron más largos. Esto significa que el impacto de una mala postura es evidente en los jóvenes debido al uso excesivo de pantallas y gadgets en la actualidad.
Información adicional encontrada a través de este estudio
El estudio también arroja luz sobre el hecho de que tales casos de entesofitos que salen del cráneo son bastante raros. Un estudio de 2012 analizó 40 cráneos y encontró uno que medía 9 mm, pero eso fue antes de la proliferación de smartphones.
La presencia de tales crecimientos óseos sugiere que los procesos degenerativos musculoesqueléticos podrían comenzar sigilosamente desde una edad temprana, dice el Dr. Shahar. Estos hallazgos son bastante chocantes debido a que, en general, los espolones óseos tardan años en formarse y es más fácil encontrarlos en la población de edad avanzada.
También dijo que es importante destacar el hecho de que, en la mayoría de los casos, las protuberancias óseas medían sólo unos pocos milímetros e incluso entonces, nos encontramos con proyecciones que oscilaban entre los 10 y los 30 milímetros en la población joven que formaba parte del estudio.
Muchos otros estudios han sugerido que el uso de teléfonos inteligentes está relacionado con una mala postura. Common Sense Media creó una encuesta sobre el uso de dispositivos móviles que muestra que los adolescentes son adictos a sus teléfonos. Y los datos de Flurry Mobile revelaron que un consumidor promedio en los Estados Unidos pasa cinco horas al día en su smartphone. El Dr. Shahar y el Dr. Sayers anticipan que los resultados de su investigación jugarán un papel importante en ayudar a los padres a disciplinar a sus hijos. La protuberancia no es el principal problema, dicen los investigadores, pero es la señal de una mala postura prolongada que podría ser corregida. El dúo tiene previsto estudiar a fondo este fenómeno. Ambos médicos están examinando el fenómeno y esperan desarrollar y encontrar los recursos para que estos crecimientos puedan detenerse, especialmente en los niños que asisten a la escuela y que son igualmente adictos a sus tabletas y smartphones.
