de una gestión de calidad

En nuestro previo blog, tratamos de identificar por qué un 75% de los americanos siguen estando insatisfechos con sus vidas laborales.  ¿Es porque eligen su trabajo por razones de dinero más que de interés personal? ¿Es porque no les han dado el reconocimiento adecuado? ¿Es porque están descontentos con sus jefes?

También exploramos la primera buena costumbre para un jefe –conferir claridad a las expectativas. Hablamos de cómo es algo más que la descripción del trabajo; un empleado debe saber lo que se espera de él en relación con los demás y con el entorno cambiante.

Ahora vamos a hablar de las dos costumbres que nos faltan y que pueden adoptar los jefes para conseguir que sus empleados se queden.

 

  • Desarrolle las Cualidades, en vez de Enfocarse en las Debilidades

Otra buena costumbre de los mejores jefes: se enfocan en desarrollar las capacidades de sus empleados y no en machacar sus debilidades.

Antes de llegar aquí, trabajé para una publicación de pacotilla que no voy ni a nombrar. Cuando empecé como un licenciado joven y entusiasta, me pusieron en Desarrollo de Negocios. Cuando llegamos al final del primer trimestre, había conseguido un total de cero cuentas. Así que mi jefe vino a mi mesa y en vez de machacarme o despedirme, me dijo: “Mira, parece que este no es el trabajo adecuado para ti. Quizá no estés hecho para las ventas. ¿Quieres probar a escribir para el equipo de marketing? Y dio en el clavo. Encontré mi vocación porque mi jefe reconoció una cualidad en mí y la cultivó.

Lo primero que los jefes hacen mal es enfocarse demasiado en las debilidades de sus empleados. Les echan la bronca por lo que han hecho mal y esperan que la persona mejore su rendimiento. Cuando esto sucede, las cualidades del empleado son ensombrecidas. Nunca se reconoce lo que hacen bien, mientras que lo que hacen mal se pone en el centro del escenario. Esto es tan contraproducente, que me vuelve loco. ¿No lo ve? De esta manera, el empleado ni siquiera rendirá bien en lo que se refiere a sus cualidades. Simplemente estarán desmotivados y acabarán por irse en busca de una oportunidad mejor.

 

  • Estilo de Comunicación Accesible

Y finalmente, por todos los cielos, señores jefes. Estamos en el año 2016. Es un hecho comprobado que las organizaciones más equitativas tienen mayor rendimiento que las de estructura más jerárquica. Claro que usted se siente muy importante en su pequeña cabina o sentado detrás del despacho dando órdenes a diestro y siniestro pero realmente merece la pena esa actitud arrogante cuando está afectando el rendimiento general de su compañía? Baje esos humos y póngase al día. Aliente la comunicación accesible y tenga charlas frecuentes con TODOS sus empleados. Entonces salga de la oficina y siéntese con sus empleados por una vez. Ensúciese las manos, y experimente cómo trabajan sus empleados. Este es el estilo de trabajo de la nueva era.

Por eso me encanta Silicon Valley. Claro que tienen sus propios problemas, pero no puede negarse que son nodos de innovación. Entra a uno de ellos y verás mesas largas sin cabecera o divisiones estrictas. Nada de cabinas, o particiones. Simplemente gente trabajando en conjunto, sin que importe su función. El jefe, el becario, el chico de marketing se plantan en sus cómodos pufs con sus portátiles y trabajan juntos en un proyecto. Y son mucho más productivos que en otros lugares con jerarquías estrictas.

Estos son tres sencillos hábitos que, para sus empleados, podrían representar la diferencia entre quedarse o marcharse en busca de mejores oportunidades.

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