La cuestión de la vigilancia de empleados ha estado recibiendo mucha atención en debates, sobre todo cuando se publicó un incidente el año pasado. Una empleada dijo que no deseaba ser vigilada por su jefe y por eso le despidieron. La cuestión de la protección del entorno laboral no es nueva de por sí, pero como hay más y más métodos de vigilancia que salen a la luz, los empresarios están considerando la cuestión de nuevo. Por un lado, tiene que darles a los trabajadores la cantidad de autonomía necesaria para que sean productivos. Por otro, tiene que tener visión de futuro y de las desafortunadas consecuencias que pudieran darse como resultado de una negligencia. Sea como sea, no se puede negar: la vigilancia de los trabajadores se ha hecho remota, portátil y cuenta con programas de vigilancia que la hacen posible.

Desde cierta perspectiva, existe el problema de adherirse a un límite saludable entre lo que monitorear y lo que no. Registrar todo lo que hace un trabajador en la oficina puede resultar perjudicial y puede que la empresa no sepa qué hacer con tanta información en estado puro. Pero por otra parte, dejar que un trabajador tome decisiones basado en su juicio puede tener resultados positivos. Al final, la vigilancia garantiza que todos sus trabajadores están cumpliendo con las normativas y con su conjunto de principios. Además, garantiza que la empresa tenga pruebas palpables en caso de que el trabajador deje de cumplir con la política de empresa. En cualquier caso, hay circunstancias que hacen que la vigilancia inalámbrica parezca buena idea. Las pequeñas empresas, con mayor frecuencia que las grandes, tienen más que perder debido al mal comportamiento de sus empleados. La cifra se eleva a unos sorprendentes 5 millones de dólares. Y eso no es todo.

El riesgo interno puede ser más letal para las empresas que todos los demás peligros juntos. Los trabajadores desleales pueden surgir por muchas razones: puertas abiertas en otras empresas, mejor paga, posiciones de más mando en otras empresas. En el caso de que su asociación con ellos se vuelva turbia, le pueden acabar robando información delicada, o incluso, en el peor de los casos, ver como sus innovaciones competitivas pasan a manos de la competencia.

En medio de todos los riesgos de seguridad, las organizaciones se preguntan cuándo pasa la observación de empleados a ser una invasión de su privacidad. En términos prácticos, los jefes pueden rastrear las páginas web que sus empleados visitan en la oficina, comprobar a quién están escribiendo por email y qué le dicen, y sobre todo, lo que hacen en las tablets y móviles que les ha dado la empresa. Además, ahora que la vigilancia se ha hecho portátil, XNSPY se ha enfocado en estos componentes que una empresa tiene derecho a monitorear y lo ha adaptado para Android. Una aplicación móvil con todo incluido es un enfoque más sencillo, y menos invasivo, de garantizar la seguridad, y participa de la obtención de metadatos para que los jefes entiendan qué asuntos buscar, donde están las áreas problemáticas y qué necesita mayor atención.

La vigilancia de empleados tiene sus ventajas indudables. Ha habido casos en que se ha utilizado para descubrir a empleados que estaban realizando tratos clandestinos en vez de traer el negocio a la empresa que les acoge. Esto ha dado a los jefes el poder de vigilar de manera más eficiente.

El problema que puede surgir con una aplicación como esta es que los jefes van a conseguir más información de la que está permitida. Un trabajador puede utilizar el teléfono de empresa para intercambiar opiniones religiosas, políticas o de otra clase con un colega. Esto puede crear prejuicios en la mente del jefe, especialmente cuando hay consenso. Aquí es donde la Lista de Vigilancia de XNSPY se convierte en una mina de información ya que resalta el momento en que el jefe debe intervenir. Esta es una de las maneras en que la aplicación espía resulta muy útil. Permite a las empresas y supervisores definir por anticipado la clase de cosas que están buscando. Esto incluye palabras clave en mensajes, chats como WhatsApp y otras. En el momento que el trabajador realiza algo sospechoso, salta la alarma y la empresa es la primera en saberlo.

Los programas de monitoreo de empleados son cruciales para la versatilidad corporativa, de eso no cabe ninguna duda.  Sea como sea, esa vigilancia debería limitarse a la acción que ocurre en el lugar de trabajo y en dispositivos provistos por la empresa.

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