Últimamente he estado utilizando este blog como un basurero de información, ¿no es cierto? Vamos a darle la vuelta a esto para hablar de algo un poco más obvio: la adicción a Internet. Estoy seguro de que esto es algo que resuena bastante con usted y conmigo, ¿verdad que sí? Porque no se trata de un problema adolescente. Es un problema que afecta a todo el que tiene un ordenador. ¿Quién soy yo para acusar a los adolescentes cuando soy tan o incluso más culpable del mismo crimen? Esta semana puede que haya pasado unas 40 horas trabajando en mi ordenador, 10 horas atiborrándome de episodios de Breaking Bad y quizá otras 10 horas más revisando las novedades en mis redes sociales.
Tus hijos, por el contrario, no tienen la necesidad de vivir esta vida de oficinista en que estén tan esclavizados por Internet como lo están por el sistema. Establece un límite allí donde ves que su uso de Internet comienza a superar otras actividades más saludables y empieza a afectar su bienestar. Sabrás que esto ha ocurrido cuando tu hijo:
- Pase más de 8 horas al día en Internet
- Prefiera quedarse en casa a salir
- Se aísle
- Ponga en peligro sus notas/educación por pasar tiempo en el ordenador
- Establecer un límite en este caso quiere decir imponer un toque de queda de su uso de Internet: Déjeme explicarle cómo hacerlo.
Calcule la Media de Tiempo que Pasan en Internet
Juegue a ser detective y calcule cuánto tiempo se pasan sus hijos en Internet tanto para cuestiones constructivas como casuales. Anote cuánto tiempo se pasan en Internet para:
- Hacer deberes
- Lecturas informativas
- Redes sociales
- Ver videos/programas de TV/películas
- Cuestiones creativas—escribir, diseño gráfico, escribir un blog, etc.
- Juegos
Una vez conozca sus pautas de conducta en Internet, puede priorizar y redistribuir su tiempo. Un poco más de tiempo con lecturas informativas y cuestiones creativas, y un poco menos en las redes sociales. Ahórrele unas 4 horas al día perdidas en un carrusel informativo sin sentido y dedíquelas a una actividad externa –como deportes, tareas diversas o voluntariado.
Establezca Zonas Sin Internet
Necesita establecer ciertas estancias o áreas en su casa que sean Zonas Sin Internet. Mi sugerencia es que lo haga con la mesa del comedor y la sala de estar. Anime a sus hijos a que se sienten a comer en la mesa con la familia y sin sus dispositivos.
Plantee el juego del montón donde todos han de amontonar sus teléfonos en el centro de la mesa durante la cena. El primero que toque el teléfono tiene que fregar los platos.
La sala de estar también ha de ser un lugar donde la familia se reúna para tener conversaciones significativas. Haga también de éste un lugar sin Internet.
La Regla del Descanso cada 3 Horas
¿Sabía que un adolescente en Taiwan murió al jugar 40 horas seguidas? Este es quizá el ejemplo más dramático de cómo de intensa puede llegar a ser la adicción a Internet.
Para asegurarse de que su hijo no cae en la misma trampa, desarrolle un sistema. SI se da cuenta de que ha estado en Internet más de 3 horas, oblíguele a tomarse un descanso para alguna actividad ajena a Internet como dar un paseo, hacer algo de ejercicio, o leer un libro. Una vez haya completado su tarea, puede regresar a sus dispositivos digitales.
Haga de Estas Prácticas la Norma
Estas normas no deberían ser molestias que se dejen de lado una vez consiga sus propósitos. Deberían verse como costumbres, normas que formen parte de su rutina. Así que es importante que les haga cumplir con este toque de queda de su uso de Internet tan rigurosamente como pueda.
Recuerde que estos toques de queda del uso de Internet no funcionarán si el tiempo que se ahorran no se reemplaza con actividades más saludables. Mientras esté reemplazando las horas de uso de Internet por algo productivo, está cumpliendo con su tarea como padre en la era digital.
