Ser padre ya es un trabajo lo suficientemente duro para cualquier padre del mundo. Además de enfrentar los mismos retos de la vida que todos los demás, los padres de niños con necesidades especiales han de sortear otros obstáculos adicionales. A pesar de lo duro que puede ser, estos padres hacen todo lo que pueden, pero a menudo han de enfrentar la ignorancia y los prejuicios de la gente que les rodea. Esto desanima e insulta no solo a los padres, si no también a los niños bajo su tutela. Lo más interesante de esto es que mucha gente ni siquiera se da cuenta de que las palabras que salen de su boca son inofensivas o inapropiadas.
Esto es lo que los padres de niños con necesidades especiales quieren que usted sepa.
¿Qué Significa eso de “Necesidades Especiales”?
“Necesidades especiales” es un término amplio que engloba una serie de diagnósticos. Entre ellos están las deficiencias en el aprendizaje, cualquier tipo de disfunción cognitiva, retrasos en el desarrollo, problemas psiquiátricos, alergias, o ciertas enfermedades terminales. Las necesidades especiales son por tanto generalmente definidas por las muchas restricciones que un niño enfrenta y que le impiden vivir su vida de la misma manera que otros niños.
Ser Padres de un Niño con Necesidades Especiales Puede ser una Tarea Solitaria
Muchos padres que tienen niños con necesidades especiales se sienten solos en su tarea por varias razones.
La primera es que les parece que su hijo (y por extensión, ellos) se está perdiendo ciertas experiencias de la infancia. Como no aprenden o juegan de la misma manera que los demás niños, los padres tampoco tienen las mismas experiencias que los demás padres.
Al mismo tiempo, para estos padres es difícil integrar a su hijo en la sociedad incluso aunque quieran hacerlo. La gente que les rodea no sabe cómo hacer los preparativos necesarios para integrar a un niño con necesidades especiales, por lo que no les invitan a fiestas de cumpleaños o a las casas ajenas con frecuencia. Resulta muy agradable que alguien les invite sin hacer de ello una experiencia incómoda.
Las Palabras Equivocadas Pueden Ser muy Dolorosas
Aunque mucha gente no se da cuenta, el empleo de las palabras erróneas puede resultar muy dañino. Palabras como “corto” o “retardado” son sin duda nefastas, aunque no se digan con malicia. Carecen de sensibilidad y son insultantes. Al emplear estas palabras difamatorias (porque lo son) se hiere tanto al padre que está haciendo todo lo posible en su tarea, como al niño que no tiene otro remedio que vivir con su diagnóstico.
Emplee la Amabilidad en Vez de Juzgar
Los niños con necesidades especiales pueden actuar de manera distinta a los demás niños, incluso tener un aspecto diferente. Esta no es una buena razón para emplear la crítica al acercarse a él o a su familia. A menudo, incluso pasear por la calle puede resultar duro para estas familias porque sienten cómo les apuntan con el dedo o murmullan sobre ellos. Así que, en vez de mirarles fijamente o juzgarles por medio de nociones preconcebidas, aproxímese con amabilidad. Sonríales, hábleles de cosas habituales, acérquese a ellos.
¿Es usted el padre o tutor de un niño con necesidades especiales? ¿Qué más quiere que sepa la gente sobre usted y su familia?
