¡Con el Nuevo año ha llegado una oleada de historias de los padres que utilizan XNSPY! Sinceramente, hemos echado en falta este segmento de nuestro blog y estamos encantados de acercarle nuevas historias de los padres que utilizan XNSPY. Esta es la historia de una madre que se dio cuenta de que vivir en medio de la revolución digital requería que desaprendiera ciertas cosas y que aprendiera otras nuevas…
La primera vez que oí hablar a alguien de rastreo de teléfonos móviles para los hijos, no me gustó en absoluto. Pensé que era una invasión de la privacidad de mis hijos. Si llegaran a enterarse, no volverían a confiar en mí en la vida. Al mismo tiempo, estos hijos míos que ya tienen cierta edad, desaparecen a menudo sin que yo tenga ni idea de dónde están. No me voy a andar con rodeos: mis hijos son difíciles de manejar y aunque les quiero con toda mi alma, pueden resultar un problema. También quiero protegerles de los peligros que les acechan online pero me lo ponen muy difícil con todas las aplicaciones que utilizan en sus teléfonos. Con el tiempo, me puse a investigar el mundo de las aplicaciones de rastreo de móviles y aunque me llevó un tiempo cambiar de opinión, lo acabé haciendo.
Si hay padres que se encuentran en la misma situación que yo estaba y se sienten tan curiosos como yo, a continuación les ofrezco algunas ideas sobre las dos corrientes de pensamiento por las que pasé antes de decidirme finalmente a comprar una aplicación de rastreo de teléfonos móviles.
Lo que Solía Pensar
Yo solía pensar que el mundo digital no era más que otra forma de experimentar la vida y que igual que en la vida, tenía buenos y malos aspectos. Pensaba que tenían que pagar el pato unas cuantas veces para aprender a superarse, y todavía creo que es una buena forma de aprender pero hay ciertas cosas que no quiero que experimenten en absoluto. Solía pensar que si supieran que les estoy rastreando, adoptarían una actitud temerosa hacia mí y no confiarían en mí de nuevo. También solía pensar que si nunca les dejo que aprendan por su cuenta, pueden acabar siendo demasiado dependientes de mí.
Lo que Averigüé
Cuando me puse a investigar el mundo del rastreo de teléfonos móviles, encontré argumentos muy atractivos. Lo que muchos parecen indicar es que mientras yo esté a cargo de mis hijos, tengo todo el derecho de saber lo que hacen online, de la misma manera que tengo el privilegio de imponerles un toque de queda para que regresen a casa a una hora apropiada. Además, con el uso de aplicaciones de rastreo de teléfono móvil, hay padres que han salvado a sus hijos de depredadores online, de timos y riesgos que hubieran acabado haciéndoles mucho daño. Todos estos peligros son una amenaza muy seria a su bienestar y si no se previenen, podrían llevar a consecuencias desastrosas. El rastreo de teléfonos móviles se considera una red de seguridad en un mundo más grande y peligroso de lo que puede observarse a simple vista.
Todavía me inquietaba la idea de que mis hijos podían enterarse de que les estaba rastreando, así que busqué una aplicación que no dejaría que la persona vigilada tuviera conocimiento de ello a la vez que cumplía con las necesidades esenciales de un rastreador y me encontré con una aplicación llamada XNSPY. Con XNSPY, puedo descargar la aplicación en el dispositivo que quiero rastrear sin que su usuario se entere jamás de ello. Además de eso, me dan la opción de rastrear mensajes, llamadas e historial de lugares visitados además de su localización actual y uso de aplicaciones con la función extra de geo-etiquetas y espía de WhatsApp.
Mi Consejo
Sin duda, aconsejaría a los padres curiosos que le den una oportunidad al rastreo de móviles. También les aconsejaría que empleen la moderación. Estas aplicaciones están concebidas como herramientas que mejoran su tarea como padres, pero por problemáticos que sean sus hijos, recuerde dejarles la libertad suficiente sin dejar de protegerles en ningún momento.
¿Tiene alguna historia propia que le gustaría compartir? Escríbanos en la sección de comentarios a continuación y deje que se escuche su voz!
